Ante las irreflexivas declaraciones del Concejal Rubén Alice (PRO) a favor de la amnistía para represores de la última dictadura militar, la Juventud Radical no puede menos que hacer público su más enérgico e inquebrantable rechazo a semejante propuesta.En este sentido es que exigimos un pronto y sincero pedido de disculpas por parte del Concejal Alice, el cual debiese ser hecho frente a la propia Historia, si es que la vergüenza no se lo impide. Sepa el Sr. Concejal pedir disculpas por cada gota de sangre vertida, por cada chico secuestrado, por cada lágrima, por cada día de dolor, por cada día de muerte, por cada día sin libertad, por cada día sin paz. Apoyar la amnistía es ser cómplice del terror.
No son posibles ni el olvido ni el perdón cuando los mismos que hicieron sangrar al país caminan libres por las calles. No son posibles ni el olvido ni el perdón mientras siga habiendo abuelas que esperan reencontrarse con sus nietos. No son posibles ni el olvido ni el perdón, en definitiva, mientras exista un solo argentino que reivindique o le sean indiferentes aquellas atrocidades.
Y si así están dadas las cosas, si éstas son las concepciones ideológicas y los valores que determinan el pensamiento del Concejal Alice y de su partido, no vacilamos en afirmar que frente a tales males aquí seguirá estando la Juventud Radical para evitar que la historia y la democracia sean atropelladas por la verborragia opresiva y totalitarista.
No sólo es momento para el dictado de la Justicia, el que comenzó con el Juicio a las Juntas y ha de determinar con el encarcelamiento del último represor, sino que es momento para comprender que la historia la hacen los pueblos libres, ilustrados y memoriosos. Por ello, para formar una democracia se requieren personas democráticas, pero para hacer una dictadura basta con un puñado de desequilibrados tiranos. Ni amnistía, ni olvido, ni perdón.
