En la tarde gris de ayer, los diarios dieron la noticia: falleció Mario Benedetti. Se fue con sus 88 años, años que pasó en busca de la utopía y el compromiso social, creyendo, como solía expresar, en la vida y en el amor, en la ética y en todas esas cosas que decía, estaban pasadas de moda.
Fue el poeta más prolífico que ha dado Uruguay, pero también fue un escritor comprometido con la vida social y política de su país. En el año 1949, integró el movimiento contra el tratado militar con los Estados Unidos, en lo que fue su primera acción como militante. Tiempo después, en 1971, fundaría el Movimiento de Independientes 26 de marzo, agrupación que supo hacerle frente a la dictadura que amenazaba a Uruguay hasta que por fin el golpe de Estado de 1973 empujó a Benedetti a 12 años de exilio en Buenos Aires, Perú, Cuba y Madrid.
Alguna vez le preguntaron qué diferencia veía entre los jóvenes de ahora y los de antes. Se limitó a responder que en los de antes está el pasado, y que en los de ahora está el futuro, siempre que hagan méritos para serlo. Esta Juventud recoge el mensaje de Benedetti, y sigue por la senda del compromiso, de la ética, del trabajo y los ideales, para ser el futuro con el que personas como Mario soñaron, y por el cual lucharon sin tregua.
Desde la Juventud Radical creemos que estas palabras son la mejor manera de despedir a un gran ser que nos dejó como legado, aparte de su maravillosa poesía, el no mantenernos indiferentes ante una realidad que precisa de nuestra acción y nuestro compromiso, siempre. Porque no nos salvamos, porque no nos reservamos del mundo un rincón tranquilo, porque no nos llenamos de calma. Y porque compartimos sus valores que, bien decía, lamentablemente han pasado de moda.
Gracias, Mario Benedetti.
